Aunque se trate de una droga legalizada en gran parte del mundo y por general, aceptada socialmente. El exceso de consumo de alcohol, conocido por alcoholismo, es una de las adicciones con más casos identificados.
¿Qué es el alcoholismo?
El alcoholismo es la adicción a las bebidas alcohólicas, siendo estas consideradas el objeto de placer y satisfacción principal en la vida del individuo, teniendo una gran necesidad y deseo de consumir alcohol causando alteraciones conductuales, físicas y cognitivas.
La adicción al alcohol constituye un problema muy grave en nuestra sociedad. Hay varios factores que desencadenan este tipo de complicaciones. Su consumo empieza temprano en la mayoría de las personas, mayormente en la adolescencia ya que puede existir presión social para ingerir alcohol en varias situaciones como reuniones y fiestas. Otra variable a considerar es que es una droga legal de fácil acceso y compra, y también una sustancia usada para celebraciones como fiestas y reuniones.
Una de las principales razones del inicio temprano de consumo de alcohol son los cambios sociales que incluye la adolescencia. En esa etapa los jóvenes atraviesan una serie de cambios importantes, no obstante, la importancia que se le otorga a la opinión social y las relaciones interpersonales constituyen un factor a destacar. La identificación con sus iguales, la rebeldía, la autonomía y el oposicionismo a las reglas conllevan frecuentemente a conductas perjudiciales o peligrosas como es el abuso de alcohol.
Por ello es primordial advertir sobre los daños que causa a nivel físico y mental a largo plazo. El alcoholismo es hoy en día un problema que no solo afecta a aquellos que lo sufren directamente, sino también a sus allegados.
Como afecta el alcohol en nuestro organismo
El alcohol es una droga depresora, es decir, su función es relajar y desinhibir, no obstante, en ocasiones puede incluir euforia, pero esta es momentánea y rápida, ya luego inicia la somnolencia, disminución de la capacidad de atender, fatiga muscular y aumento del tiempo de respuesta. Es habitual que personas con ansiedad o fobia social tomen bebidas alcohólicas, esto las ayuda a tranquilizarse y poder interactuar fácilmente con otras personas, siendo otra de las causas del inicio de adicción al alcohol.
Esta sustancia causa además problemas de coordinación visomotora y del habla, así como comportamientos agresivos, problemas sexuales, accidentes, entre otros. A largo plazo está asociada a enfermedades cardiovasculares, nutricionales y gástricas. Por otra parte, si el consumo es en grande cantidades puede conllevar a un coma etílico.
La dependencia puede conllevar además a depresión o ansiedad, incluso el suicidio. Otros de los trastornos mentales relacionados al consumo de bebidas alcohólicas son la psicosis, trastornos neurocognitivos, trastornos del sueño y trastornos sexuales.
Con respecto a las mujeres embarazadas que continúan el consumo, existe un riesgo muy grave para el niño, este es el síndrome alcohólico fetal. Los daños son irreparables, ya que originan una serie de afecciones físicas y cerebrales sin cura. Los signos varían dependiendo del caso, sin embargo, los más frecuentes incluyen: anomalías faciales como ojos estrechos, labio superior muy delgado, cabeza pequeña y nariz corta; dificultad en el desarrollo, principalmente en el crecimiento; deformaciones, problemas cardiovasculares, alteraciones de la visión y audición, complicaciones en los riñones y huesos, entre otros.
Entre las alteraciones cerebrales, el niño puede presentar retraso en la capacidad de razonamiento, en procesos como aprendizaje, memoria, atención, habla y lenguaje; también falta de equilibrio, discapacidad intelectual, etc.
Criterios y síntomas del alcoholismo
Según el DSM-5 estos son algunos de los síntomas o criterios que se deben considerar para establecer un diagnóstico de Trastorno por Consumo de Alcohol, el cual puede clasificarse en los niveles leve, moderado y grave.
- El consumo es frecuente y en cantidades excesivas o superiores a lo previsto.
- Invierte mucho tiempo buscando el objeto de adicción, en este caso el alcohol. También en su consumo.
- Ansia irrefrenable, un impulso casi incontrolable a consumir alcohol. Desesperación por tenerlo.
- El consumo de alcohol genera que le reste tiempo a tareas o actividades importantes como la escuela, el hogar o el trabajo.
- Comienza a restarle tiempo a actividades cotidianas y del día a día, causando el abandono cuando la adicción se ha vuelto más severa.
- La persona tiene un deseo persistente o esfuerzos sin éxito de dejar la adicción.
- Se continua el consumo a pesar de haberse deteriorado relaciones o tener problemas sociales o interpersonales causados por los efectos del alcohol. La persona difícilmente tiene crítica sobre esta situación.
- La persona continua el consumo a pesar de saber que los problemas físicos y psicológicos que este objeto le causa.
- El humano ingiere alcohol en situaciones inadecuadas o que provoquen un riesgo físico como conducir.
- Se desarrolla tolerancia al alcohol (si consume ya no le generará el efecto con la cantidad que ingería previamente) y abstinencia que involucra síntomas fisiológicos como dolor de cabeza, ansiedad, temblor de manos, nauseas, sudoración, entre otros. Esto causa que la persona ingiera cantidades de alcohol cada vez mayores.
Tratamiento y como dejar el alcohol
Existen varias opciones para eliminar por completo el consumo de alcohol, como lo es el asesoramiento grupal, que consiste en pautar reuniones grupales conformado por personas que están pasando por el mismo problema y un asesor que dirigirá las sesiones. Allí cada participante habla de su experiencia y de sus avances. Esto genera un sentido de pertenencia y motivación para progresar.
Otro método es recibir ayuda profesional por parte de especialistas en el tema. Ellos diseñaran un plan estratégico según sea su situación, ya que evalúan diferentes aspectos como los síntomas de abstinencia, el tiempo de consumo, los desencadenantes y verificar si existe alguna otra patología que complique el manejo terapéutico. Sabemos que esto es un duro trayecto, por eso se debe tener en cuenta los límites y las posibilidades de recaída.
Durante cualquier proceso para dejar el alcohol es importante la determinación del individuo y el apoyo de familiares o amigos, ya que esto motivará a disminuir el consumo y a tener mayor esfuerzo durante el proceso. La persona tiene que tener deseo de renunciar al alcolismo, y estar consciente de que se presentaran varios obstáculos, no obstante, el plan de estrategias que tenga y el soporte de sus seres queridos es lo que lo ayudará a superarlos y continuar con la rehabilitación.