Es conveniente preguntarnos qué es la cocaína y su uso a lo largo de los años.
En tal sentido la cocaína es una sustancia psicoactiva, estimulante y altamente adictiva que afecta directamente al cerebro aumentando la actividad del sistema nervioso.
Esta droga ha sido sumamente usada desde hace varias décadas, fue considerada un “boom” o tendencia en los años 70, 80 y 90. Además a principios del siglo XX fue ingrediente principal en numerosos remedios. Hasta el día de hoy sigue siendo ingerida repetidamente, pues en el mundo y en España figura como la segunda droga ilegal más consumida, solo superada por el cannabis. También se destaca por su fuerte y gran trafico globalmente.
Otros Nombres de la Cocaína y Tipo
La cocaína suele ser conocida en diversas partes del mundo como coca, paraíso, perico, blanca, blancanieves, nieve, copo de nieve, crack, charly, entre otros términos coloquiales muy populares al momento de comprar este producto. En España es llamada frecuentemente perico, farlopa y dama blanca.
Así, podemos decir que la cocaína es una droga estimulante tal como las anfetaminas, metanfetaminas y éxtasis, por tanto, incrementa la actividad del sistema nervioso. Su efecto es inmediato está asociado al aumento de niveles de energía, euforia, agudeza de los sentidos, mayor atención, entre muchas otras sensaciones.
Composición de esta droga
En primer lugar, hay que aclarar que la cocaína es un principio activo derivado de una planta, es decir, de origen natural. Es curioso saber de dónde sale la cocaína, pues surge de las plantas de coca, ubicadas en América del Sur.
La sustancia química en sí es el clorhidrato de cocaína que tiene un efecto liberador de la dopamina, neurotransmisor conocido por originar sensaciones intensas de placer. Estos resultados son los que causan que esta droga sea tan buscada iniciando así la adicción a la cocaina.
De hecho, esta sustancia en estado puro tiene un precio exorbitante, además es muy difícil de conseguir. Generalmente suele combinarse con otras drogas o ingredientes para mayor accesibilidad. También los vendedores o traficantes realizan esta práctica para extender la cantidad de producto, y por consiguiente obtener mayores ganancias.
Los componentes más frecuentes agregados al polvo de cocaina son la cafeína, harina, bicarbonato, talco, procaína y fentanilo, esta última considerada muy peligrosa ya que aumenta las probabilidades de sobredosis y muertes en adictos.
¿Cómo se presenta la cocaína?
La cocaína suele venir en polvo, pasta o en piedra (crack). No está de más decir que en todas sus presentaciones es completamente ilegal. La cocaina en polvo es blanco y se vende en sobres de papel o bolsitas e de plástico y se puede inhalar, frotar por las encías o diluirla para inyectarla. En su versión en pasta o base es el resultado de mezclar residuos de cocaína con cal, amoniaco, éter y ácidos.
Por otra parte, el crack es elaborado a partir de la combinación del clorhidrato de cocaína, agua y bicarbonato de sodio, como consecuencia se forma una especie de roca que se usa para fumarla al igual que la cocaína en pasta. Estas tienden a ser mucho más baratas que en polvo.
Y ya que se menciona sus distintas presentaciones y el modo de ingerirlas es conveniente describir a dónde va la cocaina cuando se inhala, fuma o inyecta. Esta sustancia va directamente a la sangre vía intravenosa o a través de las membranas nasales. Cuando se fuma, de igual manera llega a la sangre, ya que se dirige a los pulmones y es absorbida por esta.
Efectos del consumo de esta droga
Entre los efectos más significativos de la cocaína se encuentran:
- Hipervigilancia
- Intranquilidad o agitación
- Disminución del sueño y del hambre
- Excitación
- Taquicardia
- Dilatación pupilar
- Náuseas o vómitos
- Sudoración
- Temblores
Riesgos y daños de consumir cocaina
Muchos son los riesgos y daños de consumir cocaina. Esta droga al ser estimulante genera una gran dependencia siendo considerada de las más perjudiciales y adictivas en el mundo. Es la más relacionada con hospitalizaciones de emergencia y con la mortalidad debido a problemas cardiovasculares (como vasoconstricciones, hipertensión, taquicardia, entre otros), problemas de conducta y accidentes.
Otras de sus consecuencias para la salud física son de tipo pulmonar como complicaciones respiratorias, oftalmológicas, dentales, musculares, gastrointestinales y del sistema nervioso central. Muchos estudios han señalado que esta droga puede afectar seriamente la estructura del cerebro cuando existe un consumo persistente.
Con respecto a la salud mental, la cocaína está asociada a los mismos trastornos que otras drogas estimulantes como el éxtasis y las anfetaminas como lo es la psicosis, depresión, bipolaridad, trastornos relacionados al sueño, disfunciones sexuales, ansiedad, entre otros.
Del mismo modo, el consumo de cocaína a largo plazo produce una serie de problemas y efectos que son irreversibles. Entre estos están fallas en la capacidad de atención tanto selectiva como dividida, problemas en la velocidad de procesamiento y de razonamiento, dificultades en la memoria (corto plazo, largo plazo y de trabajo), y también complicaciones en las funciones ejecutivas.
Esto representa un factor a tener en cuenta en la terapia contra la cocaína, ya que esta tiene como finalidad obtener una capacidad adecuada de control, en la que estos procesos juegan un papel muy importante.
¿Qué es el Síndrome de Abstinencia?
Cuando los adictos a la cocaína entran en abstinencia sufren una serie de signos contrarios a los efectos de la intoxicación, por lo que inevitablemente hay un decaimiento de la persona, donde el humor disfórico es predominante sintiendo tristeza, irritabilidad o ansiedad. Además se presentan síntomas como: fatiga, sueños vívidos y desagradables, agitación o retraso psicomotriz, insomnio o hipersomnia y aumento del apetito.
Todos estos malestares afectan gravemente al individuo en varios aspectos de su vida como el laboral y el social, esto puede generar otras complicaciones que empeoren el pronóstico.
También es muy importante que un profesional verifique que estos síntomas se deban a la interrupción del consumo de la cocaína, y no por otra afección o trastorno.